Acuerdos de confidencialidad y su utilidad en la creación de proyectos.
Actualmente muchas personas han intentado emprender,
como forma de ganarse la vida sin necesidad de estar atados a empresas o
empleadores que les dicten horarios de trabajo por sueldos bajos y jornadas
extensas. Se trata de una cultura del emprendimiento que cada día crece más y
más en múltiples campos, dando desarrollo a ideas novedosas e interesantes que
muchas veces llegan a ser muy exitosas en términos económicos. Tales ideas en
ocasiones no pueden ser desarrolladas directamente por la persona que las crean
o imaginan, sino que se necesita de un grupo de personas con habilidades
diversas que puedan materializar aquel proyecto en la realidad.
En tales eventos donde debes hacer uso de terceras personas y/o profesionales para llevar a cabo tu idea y convertirla en un producto, servicio o modelo de negocio, es importante que te protejas como creador de la idea y si es tu interés, salvaguardes tus derechos de propiedad intelectual para que esas terceras personas colaboradores, empleados o contratistas, no se apropien de aquello que fue producto de tu intelecto.
También puedes utilizar dicha protección, para evitar que la idea como concepto abstracto se filtre y termine por ser desarrollada por otra persona primero, o sea copiada, restando valor a tu producto o servicio final y poniendo en peligro tu modelo de negocio. En anteriores artículos te hemos contado sobre los derechos de autor y la propiedad intelectual y como protegerlos a través del registro ante la autoridad competente; sin embargo, también te hemos dicho que las ideas como concepto abstracto no se son susceptibles de protección, pues lo que se protege es la materialización de dicha idea.
Es en este momento donde cobra importancia el título de este artículo, pues será a través de un contrato o acuerdo de confidencialidad, que podrás proteger aquella idea apenas incipiente de un proyecto que puede llegar a ser inmenso. Se trata de un documento, que como su nombre indica, implica el acuerdo de voluntades de dos o más personas inmersas dentro de un proyecto creativo, puede ser de un producto, servicio o idea de negocio. Se busca a través de tal documento, que dentro de las cláusulas incluidas en este, las partes firmantes se comprometan en términos específicos a no revelar o filtrar información a terceros no autorizados, información referente a la idea y al proceso de materialización de la misma, mientras esta se encuentra en desarrollo, evitando así que sea duplicada y/o plagiada causando perjuicios de toda clase a su creador.
Dentro de tal contrato se deberán especificar los datos de identificación personal de todas las partes a intervenir dentro del desarrollo de la idea, individualizando a su creador quien en principio será el titular de los derechos de creación de la idea y de los derechos de autor que se generen con la materialización de la misma. Se deberá incluir además el término por el cual se prohibirá hablar del proceso de creación, de la idea y del del resultado final, así como las consecuencias de la violación del acuerdo de confidencialidad que en primera medida serán de carácter económico. Del mismo modo se deberá especificar la idea a proteger delimitándola lo más posible par que el acuerdo en torno a su protección y no divulgación sea efectivo e inequívoco. Finalmente, se deberá firmar por todos y cada unos de los participantes del acuerdo y si es querer de las partes, realizarle presentación personal al documento ante una notaría pública del lugar de celebración del acuerdo.
Todo ello convertirá a tu acuerdo de confidencialidad, en un documento jurídicamente robusto que preste mérito ejecutivo en caso de incumplimiento y puedas en tal caso, hacer exigibles las consecuencias por su violación, resarciendo los perjuicios que sufras, presentando la correspondiente demanda ante los jueces de la República.
Ten en cuenta que se trata de un mero mecanismo de protección que no implica la invulnerabilidad de la idea frente a terceros, ni su protección permanente en el tiempo, será un disuasivo importante dependiendo de las consecuencias para las personas que pretendan incumplirlo, solo mientras la idea se concreta, luego de lo cual por supuesto, deberás utilizar un mecanismo diferente de protección a través del derecho de autor y propiedad intelectual, extendiendo así su protección ya no frente a unos pocos, sino a toda la industria. ¿Tienes alguna idea en desarrollo que quieras proteger? Cuéntanos si podemos ayudarte a salvaguardar tu futuro éxito. Recuerda que en Rodríguez Rubio abogados, acercamos el Derecho a la gente.
Escrito por,
Daniel Felipe Rubio Velandia.
Abogad asociado